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En un soleado miércoles de junio, el bullicio del taller de producción musical del Crea San Cristóbal es palpable. Más de veinte personas, entre adolescentes y adultos, se agrupan en pequeños equipos alrededor de una consola de sonido, experimentando con sus funcionalidades. El ambiente está cargado de entusiasmo, curiosidad y una pizca de filosofías espontáneas, como cuando un participante alzó la voz para preguntar al aire: “¿Hay patria sin Dios?”. Este es solo un destello de la vibrante atmósfera que se vive aquí. *Fotografía Lázaro Rivera

Camilo Parra, de 24 años, es uno de los entusiastas participantes. Diseñador gráfico independiente y músico con una década de experiencia como bajista. Camilo encontró en este taller la oportunidad perfecta para profundizar en el mundo de la producción musical. “Me enteré mediante las redes del Crea y el taller, además de que vivo cerca, en San Blas, así que me quedaba perfecto”, comenta Camilo, sonriendo al recordar cómo llegó al programa gracias a una convocatoria en Facebook publicada por su artista formador.

El espacio del Crea San Cristóbal es impresionante. Equipado con una sala de grabación profesional y todos los equipos necesarios para la producción musical, es un lugar diseñado para inspirar y fomentar la creatividad. “Es un espacio que solo se ve en este Crea y en el de Fontanar del Río, que también está increíblemente bien equipado”, señala Camilo. La estructura del programa permite a los participantes aprovechar al máximo estos recursos, algo que no siempre es accesible en otros entornos.

La metodología de enseñanza también es destacable. Los participantes se dividen en grupos pequeños para trabajar con la consola de sonido, lo que facilita un aprendizaje más personalizado y efectivo. Camilo destaca cómo esta organización ha mejorado su experiencia: “El profesor Daniel ha aprendido cómo segmentar las partes para que todos tengamos el mismo conocimiento. Hoy, por ejemplo, estábamos aprendiendo sobre el manejo de consolas por grupos. Eso hace que el aprendizaje sea más manejable y eficiente”.

El compromiso y la pasión de los participantes son evidentes. Aunque el grupo es grande, la diversidad de edades y experiencias se convierte en una fortaleza. “A pesar de que somos muchos, todos tenemos la misma mentalidad de aprendizaje. Hay un ambiente de compañerismo; si alguien no entiende algo, otro se lo explica sin problemas. Es bonito ver cómo todos estamos en la misma sintonía”, relata Camilo, quien aprecia el apoyo mutuo que caracteriza al grupo.

La infraestructura del Crea no solo facilita el aprendizaje, sino que también fomenta la colaboración y el intercambio de ideas. Los talleres se llevan a cabo dos veces por semana, los miércoles y viernes de 3 a 5 de la tarde. Estos encuentros regulares permiten a los participantes mantener un ritmo constante de aprendizaje y práctica.

El Crea Fontanar del Río, mencionado por Camilo, es otro ejemplo de la impresionante infraestructura que el programa ofrece. Considerado por muchos como uno de los más bonitos y mejor equipados, este centro también se dedica a proporcionar a los artistas en formación las herramientas necesarias para desarrollar su talento.

Los talleres del Programa Crea, tanto en San Cristóbal como en Fontanar del Río, son auténticas incubadoras de talentos. Con espacios profesionales, equipos de alta calidad y una comunidad comprometida con el aprendizaje y el arte, estos centros ofrecen a sus participantes una plataforma única para explorar y perfeccionar sus habilidades musicales. Camilo Parra, al igual que muchos otros, aprovecha cada oportunidad para aprender y crecer en este ambiente estimulante, demostrando que con pasión y los recursos adecuados, los límites de la creatividad son infinitos.